viernes, 12 de octubre de 2007

Heartfield contra el nazismo.

Monografía.

Las vanguardias y las ideas socio-políticas.

John Heartfield y el fotomontaje dadá contra el nazismo.

“Y todavía se mueve” fotomontaje, John Heartfied,1943.

Andrés Cuenca. Seminario II – Octubre de 2007.




Introducción

Investigando los temas que se incluían en “Las vanguardias y las ideas socio-políticas” fue como descubrí y conocí la obra de Heartfield, el “inventor del fotomontaje”.

Heartfield rompe con los parámetros del arte, la fotografía y la literatura y los mezcla con el fin principal de enfrentarse al estado nazi-militar que se incubaba en Alemania tras su derrota en la 1º Guerra Mundial.

Hablaremos entonces de su obra, su vida, su enfrentamiento con el nazismo y su relación con el dadaísmo.


Inicios del Fotomontaje

El fotomontaje nace por los años 1916-17 en las obras del grupo dadaísta berlinés, integrado entre otros por Raoul Hausmann, George Grosz, John Heartfield y Aana Höch.

Según Hausmann, él tomó la idea del fotomontaje durante unas vacaciones con Aana Höch en una isla del mar Báltico. En casi todas las casas de la isla había colgada una litografía en la pared con la imagen de un granadero sobre el fondo de un cuartel. A modo de recuerdo familiar, en cada hogar habían sustituido la imagen del granadero por la de su familiar que había sido o era soldado.

Al mismo tiempo, donde se hospedaban había una oleografía del árbol genealógico del Káiser Guillermo II en la que el dueño de la pensión había añadido, con gran orgullo, una fotografía suya entre los demás antepasados del emperador.

Estos dos hechos despertaron en Hausmann el potencial que tenía componer con imágenes recortadas de revistas y periódicos.

No obstante Hausmann y Grosz atribuyen el invento del fotomontaje a John Heartfield.

Heartfield ya en 1914, siendo soldado, empleaba montajes fotográficos. Desde el frente de guerra, para esquivar la censura, enviaba collages pegados a postales compuestos de recortes de ilustraciones publicitarias, etiquetas y revistas ilustradas.

Estas imágenes con intenciones críticas y desmitificadoras, a diferencia de la correspondencia escrita, escapaban a los controles de la censura.

Heartfield apodado monteur-dada por el grupo berlinés (“Montage” en alemán significa “línea de ensamblaje” y “monteur” significa “mecánico” o “ingeniero”) es el más reconocido artista del montaje fotográfico.


John Heartfield, “El Montador”.

Su verdadero nombre era Helmut Herzfelde. Nacido en Berlín el 19 de junio de 1891 asistió a las escuelas de artes aplicadas de Munich y Berlín hasta que en 1914, iniciada la I Guerra Mundial, es obligado a alistarse en el ejército alemán.

En 1916, después de dos años en las fuerzas armadas, es dado de baja luego de fingir una crisis nerviosa.

Arto del ultra nacionalismo y del sentimiento anti-británico que se vivía en su país cambia su nombre al de John Heartfield.

El mismo año es nombrado director artístico de la editorial Malik, fundada por su hermano Wieland Herzfelde.

Es miembro fundador del Partido Comunista Alemán (KPD) en 1918 y el mismo año se une al grupo dadaísta de Berlín. Integrando este grupo es que realizó los primeros fotomontajes para sus publicaciones.

En 1927 ingresa al consejo editorial de la revista Die Arbeiter Illustrierte Zeitung (El Periódico Ilustrado de los Trabajadores), más conocida como AIZ.

Es para esta revista que realizó la mayoría de sus fotomontajes de sátira y crítica tanto al partido nazi como también a la República de Weimar.

Al asumir el nazismo al poder, en el año 1933, se refugia en Praga desde donde sigue trabajando para la revista hasta su cierre en 1938.

Se exilia en Gran Bretaña y vuelve a su país natal recién en 1950 donde se dedica al diseño escenográfico para el Berliner Ensemble y otras compañías de teatro.

Muere en su ciudad natal el 26 de abril de 1968.


Fotomontajes vs Nazismo

Heartfield, miembro fundador del Partido Comunista Alemán, basó gran parte de su producción en manifestar su postura contraria al nazismo que se imponía en el país.

Como dice Baqué, militaba con su arte: “Con John Heartfield surge un nuevo tipo de productor de arte: …el artista militante, el que interviene y cuya obra está en estrecha relación con su función y finalidad social”1

Utilizando recortes de revistas, periódicos, afiches y hasta fotografías que él mismo sacaba especialmente para sus obras y usando hábilmente el pincel y el aerógrafo, generaba composiciones de un ingenio e ironía sorprendente y a la vez lo suficientemente simples y directos como para provocar el impacto que él buscaba en la sociedad.

Entre sus obras más conocidas está “Adolf el superhombre” de 1932, (ilustración 01) en el que se muestra, lo que vendría a ser, una imagen radiográfica de Adolf Hitler: una pila de monedas cae pasando por su esófago y se depositan, cual alcancía, dentro de su estómago. Una esvástica, símbolo del nazismo, es situada justo a la altura del corazón.

El rostro del Führer, en pleno discurso, mirando hacia el frente y convenciendo al pueblo con su gran capacidad oratoria.

“En Adolf el superhombre, los discursos, una parte esencial programa nazi, son mostrados como pomposos, nutridos de dinero y representativos del capital, no de la gente. “Traga oro y suelta chatarra”: el oro paga la chatarra que sale por la boca del poderoso líder.

Este fotomontaje fue ampliado a modo de cartel y pegado por todo Berlín en agosto de 1932. Esta crítica frontal, sin ambigüedades, era un acto temerario en la Alemania de principio de los treinta. En abril, Hitler había ganado el 36.8 % de los votos para la presidencia y el partido nazi obtuvo la mayor parte de los escaños del Reichstag. Comenzaba a sentirse un ambiente de represión y censura.”2

El humor ácido e irónico es una característica típica de sus trabajos: unos ángeles en el cielo con máscaras antigás cantando típicos villancicos navideños alemanes (ilustración 02) o un hombre que, al ser examinado por médicos, se descubre que tiene la columna en “ese” por realizar el característico saludo hitleriano (ilustración 03) en clara alusión a las SS, son típicos ejemplos.

El uso del título y el texto es también una característica muy importante en la obra de Heartfield porque la carga de significado con tanta fuerza como la imagen.

Un ejemplo es uno de sus trabajos más conocidos: ¡Hurra, se terminó la mantequilla!, 1935 (ilustración 04), se ve una familia alemana comiendo placidamente objetos metálicos como manubrios de bicicletas, hachas, etc. Hasta el perro aparece mordisqueando un tornillo como si fuera un hueso. En la pared, empapelada con esvásticas, cuelga un retrato del Führer. Es una sátira a una frase de Hermann Göring (mano derecha de Hitler): “El hierro hace fuerte a un país; la mantequilla y la manteca sólo hacen engordar a la gente”.

El texto es un anclaje imprescindible para comprender la idea que encierra.

El poder del fotomontaje de crear fuerte impacto y reacción se basa, en parte, en su capacidad de dar a lo absurdo apariencia de verdad y a lo verdadero apariencia de absurdo.

A la vez Heartfield aprovecha sabiamente el valor de realismo que tiene la fotografía, recomponiendo esa realidad en función de su idea.

Otro recurso que utilizaba era recurrir a imágenes e iconos cotidianos de la época, con las que diariamente todos convivían a través de periódicos y revistas, mezclándolas y relacionándolas con imágenes medievales de terror y muerte.

Un claro ejemplo es la ilustración 05, “En el Tercer Reich, como en la edad media”, 1934. donde compara el sufrimiento de la Edad Media con el del régimen nazi.

Y también la ilustración 06 donde vemos a un esqueleto con casco alemán sembrando esvásticas nazis a modo de semillas en un campo devastado por la guerra.

Heartfield no se consideraba artista sino montador, por eso él no llamaba a sus trabajos obras de artes sino montajes.

“Cuando se exhibían sus fotografías, Heartfield siempre insistió en colocar ejemplares de las revistas y carteles junto al original, para subrayar el hecho de que sus obras eran propaganda política dirigida al gran público, y no obras de arte privadas, únicas e irrepetibles.”3

Como bien dice De Micheli: “El fotomontaje resultaba ser un arte sin mayúscula, sin pretensiones de eternidad, inmerso por completo en lo inmediato real”4

Heartfield fue acosado constantemente por los nazis, incluso cuando se refugió en Checoslovaquia antes que los alemanes ocupasen ese país. En 1934, el embajador alemán llegó a presionar hasta casi lograr excluir algunas obras de una exposición en Praga.


El dadaísmo en sus fotomontajes.

“El contundente simbolismo de sus composiciones es esencialmente ajeno al concepto dadaísta del azar y a la yuxtaposición fortuita. Las composiciones de Heartfield no tienen nada de casual.”5

Entonces, que tienen de dadaístas estos trabajos?

Si bien no juega el azar, igualmente hay mucho de Dadá en sus composiciones.

La contradicción, la anarquía contra el orden, lo inmediato y actual.

“lo que interesa a Dadá es más el gesto que la obra… Una sola cosa importa, que tal gesto sea siempre una provocación contra el llamado buen sentido, contra las reglas y contra la ley; en consecuencia, el escándalo es el instrumento preferido por los dadaístas para expresarse.”6

Provocar y escandalizar es justamente lo que busca Heartfield en sus trabajos, son constantes gritos desperados de alerta.

Rompe con el arte, la literatura, y la fotografía para mezclarlos haciéndolos interactuar entre sí para formar algo nuevo que ya no es ni arte, ni literatura, ni fotografía.

“Así, precisamente como quería Dadá, arte y vida habían terminado por mezclarse estrechamente de forma directa, transitoria y contingente en la crónica de todos los días, en las paredes de las calles y en los escaparates.

Una de las características de Dadá había sido, precisamente, el querer romper la barrera de los géneros literarios y artísticos: el cuadro-manifiesto-fotografía era exactamente un resultado obtenido en esa búsqueda…”7


Conclusión.

Creo que las conclusiones se fueron dando a lo largo de la monografía, pero me gustaría remarcar algunas cosas que me resultan interesantes.

Que Heartfield no fuera sólo pionero en el fotomontaje sino también en ser de los primeros “artistas militantes”, comprometido con su idea política y convencido de poder actuar y modificar la historia desde el arte.

Me resulta admirable la valentía de este artista que le declaró una “guerra pacifista” a Hitler, uno de los personajes más macabros de la historia universal.

Una guerra sin armas. Tan sólo con unas tijeras y unos recortes de periódicos (más el ingenio y la ironía) logró enfurecer al Fürer al tal punto que fue constantemente perseguido y acosado.

Cortar, destruir, desmembrar para luego pensar, reflexionar y volver a pegar, armar, construir y reconstruir, montar… en eso se basa el fotomontaje así como también se basa el fin de una guerra: destrucción para volver a construir.


Bibliografía.

De Micheli, Mario, Las vanguardias artísticas del siglo XX, 3ºEd., Madrid: Alianza Editorial, 2001.

Baqué, Dominique, La fotografia plástica. Barcelona: Gustavo Gili, 2003.

Scharf, Aaron, Arte y Fotografía. Madrid: Alianza Editorial, 1994.


Páginas de Internet consultadas:

http://www.john-heartfield.com/index.shtml

http://www.getty.edu/art/exhibitions/heartfield/

http://art.blogging.la/archives/2006/04/agitation_at_th.phtml

http://sepiensa.org.mx/contenidos/2006/l_fotomp/fotomp1.htm

http:// es.wikipedia.org


Citas y notas.

1. Baqué, Dominique, La fotografia plástica. Barcelona: Gustavo Gili, 2003, p.195

2. http://sepiensa.org.mx/contenidos/2006/l_fotomp/fotomp1.htm Oct-2007

3. http://sepiensa.org.mx/contenidos/2006/l_fotomp/fotomp2.htm Oct-2007

4. De Micheli, Mario, Las vanguardias artísticas del siglo XX, 3ºEd., Madrid: Alianza Editorial, 2001. p142

5. Scharf, Aaron, Arte y Fotografía. Madrid: Alianza Editorial, 1994. p.301

6. De Micheli, Mario, Las vanguardias artísticas del siglo XX, 3ºEd., Madrid: Alianza Editorial, 2001. p.134

7. Ibídem. p.142


Anexo

Ilustraciones.


01. Adolf el superhombre. 1932
Huecograbado y tipografía.
38 x 28 cm.
John Heartfield


02. O Joyful, O blessed, miracle-bringing time. 1935

38.3 x 26.6 cm.

John Heartfield


03. diagnostico, “¿Porqué tiene la espalda torcida?”

“Por hacer el saludo a Hitler.”

Sin datos.

John Heartfield


04. ¡Hurra, se terminó la mantequilla! 1935

38.4 x 26.7 cm.

John Heartfield


05. En el Tercer Reich, como en la Edad Media. 1934

John Heartfield


06. Las semillas de la muerte.

Sin datos.

John Heartfield


1 comentario:

Anónimo dijo...

es incrible como uno sigu viendo esas imagenes y se nos eriza la piel, por lo menos a mi



de no creer que el nazismo existio y exise todavia...



como va todo???

de a poco voy viendo que aparecn mas blogs en la pagina principal de seminario II


los estoy vigilando!!!!


beso grandote!


johi